24/11/06

Flirteo

Hasta hoy pensaba que había dos motivos por los que un hombre te podía mirar fija y descaradamente en el transporte público. Una era porque le molas, u otra, si el que te mira está muy bueno, porque tienes nata montada en el bigote.

Hoy me pasó con un chaval monillo. Después de comprobar que no tenía nata montada ni bigote, me puse a devolver miradas.. y así estuvimos toda la hora, intercambiando miradas, gestos, y casi casi me cambio de asiento para ponerme al lado.

Menudo corte cuando cogió su bastón de la bolsa y salió del tren sin ni siquiera darse cuenta de que pasó a mi lado.

6 comentarios:

Tomy dijo...

XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

Lo mas triste es que yo hubiera dado por hecho que lleva bastón o ni me hubier enterado mirando por la ventanilla =$

Jorge (Marzal) dijo...

Hmmm creo que es tiempo de cambiar de lentillas coso... las mes(triusable) ya empiezan a fallar xDDDD

Nepomuk dijo...

Bueno, eso explica lo de las miradas, pero... ¿los gestos?

¿tenía una mosca zumbando alrededor o algo así?

Pablo dijo...

¿Cómo te humedecerías los labios si no tuvieras cacao?

Jorge (Marzal) dijo...

¿¿Acaso es una pregunta trampa??... a mí se me ocurren un par de formas de hacerlo sin utilizar tus labios... y sííí piensa mal y acertaras enooo xDDDD

alie dijo...

Yo creo que se produjo un milagro. Él tenía que ser testigo de la existencia de un ser tan majico y buenorro como tú, así que se le concedió el sentido de la vista durante unos minutos. Disfrutó de ti y al llegar a su parada tuvo que volver a coger el bastón.

Qué bonito y triste a la vez, no?

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