Hasta hoy pensaba que había dos motivos por los que un hombre te podía mirar fija y descaradamente en el transporte público. Una era porque le molas, u otra, si el que te mira está muy bueno, porque tienes nata montada en el bigote.
Hoy me pasó con un chaval monillo. Después de comprobar que no tenía nata montada ni bigote, me puse a devolver miradas.. y así estuvimos toda la hora, intercambiando miradas, gestos, y casi casi me cambio de asiento para ponerme al lado.
Menudo corte cuando cogió su bastón de la bolsa y salió del tren sin ni siquiera darse cuenta de que pasó a mi lado.
Hoy me pasó con un chaval monillo. Después de comprobar que no tenía nata montada ni bigote, me puse a devolver miradas.. y así estuvimos toda la hora, intercambiando miradas, gestos, y casi casi me cambio de asiento para ponerme al lado.
Menudo corte cuando cogió su bastón de la bolsa y salió del tren sin ni siquiera darse cuenta de que pasó a mi lado.