6/11/09

Turbulencias

Los momentos más duros de la vida no se pueden preveer, pero las rachas malas son como las turbulencias. Previsibles, pero muchas veces inevitables.

Yo estoy en una racha personal mala. Cuando se avecinan cambios, ya sean para mejor o para peor, pierdo mi centro de gravedad y me balanceo de un extremo sentimental a otro. Cuando además no recibo señales tranquilizantes me desquicio.


Hoy un conocido me pasó esta canción, y me dijo algo que me recordó a mi Yo del pasado. "Me casaría si me cantaran esta canción al oído"... y realmente es una de esas canciones. Por su culpa dediqué el resto de la madrugada a pensar.

Llevo varios días perdido dentro mí mismo. Casi no pienso en nada mientras meo, más allá de si queda o no papel higiénico. Me deprime no estar seguro de si puedo esperar algo de alguien, y si es así, tampoco estoy seguro de saber quién es. Veo películas, veo parejas, veo amistades y todo el mundo parece tener eso bastante claro, y me da envidia.

Yo quiero vivir una canción como esa. O como otras tantas que publico casi a diario. Me dijo P que seré infeliz hasta que me comprenda a mí mismo. Le contesté que tenía toda la razón, que es imposible ser feliz sin centro de gravedad. Y que la felicidad tendrá que esperar.

5/11/09

Knocked down.

Anoche tuve un sueño extraño. Uno de esos que me dan miedo por si fueran premonitorios, o algo.

Los sueños muchas veces están influenciados, y no estoy seguro de si fue por el juego de guerra que me estoy pasando, o por la canción que me mandó Pse.


Pocas veces me ocurre, pero a veces sueño con cosas que me indican algo que era incapaz de ver. Ayer concretamente estaba de pie en la puerta del sol. No podía verla, una enorme pared de ladrillos rojos se alzaba frente a mí. No me gustaban, quería ver lo que hay detrás. Le di un puñetazo y empezaron a caer ladrillos.

Uno tras otro, algunos me rozaban y no paraba de buscar refugio. Me metí en la estación de metro, pero estaba extrañamente cerrada, y me metí en la tienda de lotería, pero me echaban de allí, me metí incluso bajo el cartel de "Compro Oro", hasta que se acercó una sombra y me dijo "no pasa nada". Se quedó a mi lado con una especie de paraguas para ladrillos. Tras varios minutos angustiosos me levanté del suelo como pude, y logré verlo todo.

De repente me sentí muy bien.

3/11/09

Secretos

Hoy me dijeron que un fulanito me había insultado por la espalda. Yo contesté que me la pela. "Sí sí, está claro que se refiere a ti". Me la pela.


Resulta ser que me han salido muchas cosas mal en la vida, y me siguen saliendo cada día, pero lejos de entristecerme me alegro en gran parte.

Si tengo que creer en algo de todo eso que tiende a caer por su propio peso, a mí me encanta creer que lo que no te mata te hace más fuerte. Aunque creo que de seguir así, el día antes de morir podré arrastrar un Jumbo con los dientes.

Cuanto lo que me pasa por norma, y a veces me equivoco en elegir a quiénes, y por eso algún gilipollas lo puede usar luego en tu contra. Además, si hay algo de cierto en esa frase tan típica y tópica, es que todo tiende a doler menos la segunda vez que la primera, y ya ni hablemos si se trata de la decimocuarta. El efecto causado tiende a cero.

Hoy estuve hablando con un amigo de los secretos, de que tengo pocos, pero quiero tener más, y por desgracia los que tienen a aparecer son secretos de los negativos (los que nos guardaríamos por miedo a sus consecuencias) y casi ninguno positivos (los que nos guardamos porque es algo íntimo, que nos encanta y queremos sólo para nosotros). Y lo peor de todo es que a veces el mismo secreto tiene las dos partes. Por un lado lo guardas porque es algo íntimo y por otro lado temes sus consecuencias.

A mí me gustaría saber si los que leen esto tienen muchos secretos, positivos o negativos, y si quieren, de forma anónima contar alguno.