20/11/07

Poltergeist gatuno

Ayer, en otro fracasado intento de suplir mis carencias fiísico-emocionales con un par de compras, me metí en el Natura de Sevilla decidido a llevarme algo nuevo a Madrid, para afrontar el viaje de vuelta con un batidor de capuccinos, un bolígrafo-linterna-imán-punterolaser y un recién adquirido sentido para mi vida.



Para el capuccino no lo sé, pero como batdor de cola-cao va realmente bien.

Lo mejor llegó cuando, probando las millones de posibilidades de mi nuevo bolígrafo multifunción, encontré la más divertida. Volver loco al gato. Y es que realmente ya se ha convertido en una obsesión la de encontrar y perseguir al puntito rojo.



Hasta el punto de que al levantarme el gato seguía mirando hacia la pared en la que vio por última vez al dichoso puntito que aparece y desaparece. Tengo miedo de que acabe degenerando a alguna psicopatía grave. ¿Debería dejar de usarlo?

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