Recuerdos de Londres

Yo no sé si los que normalmente vienen a vivir a Luton tres semanas por un sueldo decente son millonarios excéntricos, o realmente la gente se pasa la vida comiendo en restaurantes, pero vivir tanto tiempo sin cocina ni nevera se puede hacer muy difícil.

Como de mi curso los millonarios los cuento con los dedos del codo, hemos inventado una super-nevera entre el doble acristalamiento de la ventana. Es bastante útil, sobre todo por la mañana, cuando todo lo que hemos puesto lleva varias horas a -2º.

De todas formas no es una nevera de verdad, porque a veces sale el sol y la temperatura es algo más suave, y se vuelve a esconder y vuelve a hacer un frío de mil demonios. Teniendo en cuenta que no hay cocina o microondas, y que lo más parecido a comida es el sandwich que nos montamos a media tarde, lo único que podría llevarme de Londres es una salmonelosis de los sobres de mayonesa que guardo en la ventana.

Aquí la mayoría estamos sobreviviendo con los famosos Noodles, o derivados, que no es más que pasta seca con polvos mágicos a la que le añadimos agua hirviendo del calentador y se hace sola. Desde luego la única manera de hacerlos pasar por alta cocina sería comérselos en un avión.

Hoy hice mi segundo examen importante, el segundo de tres, y me resultó casi tan sencillo como el anterior. ¡Mi segundo 100%!.

Ayer, por otra parte, me dieron lo que me faltaba de mi uniforme. Cuando me hicieron rellenar aquella solicitud en la que me pedían las tallas exactas hasta de los calzoncillos, realmente no pensé que fueran a darme lo que pedí, pero tampoco esperaba que no acertaran ni una. Vamos, que hasta me dieron un abrigo XS y de mujer. Que pena que me queda un poco corto de mangas, porque me hace una cinturita... vamos, ni el muñeco de michelín jajajaja.

Bueno, cuando tenga otro rato cuento más cosas de la superviviencia en UK.