4/5/06

Qué egoístas somos, ¿no?

Él estaba allí, en la cama del hospital, a mi lado. Mi cara era inexpresiva, una mezcla exacta entre mi necesidad de llorar y mis ganas de sonreír, un puzzle muy dificil de armar. Qué egoísta soy, verdad? Él sonreía, seguía sonriendo como lo había hecho toda su vida, aunque esta vez era diferente, porque yo sentía que nada iba a ser igual.

Eran las dos de la madrugada; sólo nos iluminaba el tenue reflejo de luz blanca del pasillo. Él llevaba meses sufriendo, y en ese instante me di cuenta de que sólo me había estado preocupando porque no me deje solo. Qué egoísta soy. Por hacerle creer que alargar su sufrimiento era la mejor opción. Por decirle que todo saldría bien cuando mi corazón era un mar de dudas, por decirle que jamás sabría vivir sin él, por decirle que es la persona a la que más querría en toda mi vida, y sobre todas las cosas, por confundir todos aquellos deseos con esperanzas y no haberlo sabido ver.

Hace mucho tiempo, cuando era sólo un niño, escuché que la mayor muestra de cariño que se podría ofrecer a alguien era el simple hecho de dejarle marchar. Cuanta razón tenía. Es una pena que se fuera sin dejar de luchar, sin dejar de luchar por mí en vez de por él. Qué egoísta fui, no?. Sea como sea, ahora te toca descansar. Gracias por todo.

No te olvides de mí.

5 comentarios:

Pablo dijo...

P.D: Este entrada no tiene nada que ver conmigo, salvo por que la escribí yo.

Se me olvidó comentarlo antes.

Eolo dijo...

Es super bonito lo que has escrito.

A veces el cariño por otros hace que se luche lo que por uno mismo no harías.

buahhhhhh!!!!

alie dijo...

ains! dynesitu qué bonito escribe hoy.. ains!

Es increíble las cosas (buenas y malas) que hacemos y deseamos por amor. Sólo significan que sentimos...:)

Ariel Nepomuk dijo...

Lo mejor es la combinación del dramatismo del post con el osito que suelta notas musicales de colores mientras menea el culo.

Pablo dijo...

No me negarás que es de lo más cachondo, verdad?!!

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