Mis compis

Hoy os iba a hablar un poco de aeronáutica y lo mucho que se aprende a pesar de ser a un nivel superficial (y entiendible para todos nosotros los mortales), pero he pensado que mejor os hablo de mis compañeras de clase.

Sí, por si alguien aún no lo sabe comparto clase con 19 chicas. 19 chicas y 0 chicos. Esto ya es horrible por el hecho de que los profesores dicen cosas como "pero vosotras no vais a tener ese problema porque..." o "¿aquí sois todas de málaga?". Vamos, mi presencia es meramente anecdótica.

Además, mis compañeras son en general bastante simpáticas, para pasar un rato charlando en los descansos. De resto son las típicas niñas "pijasoseaqueguapasoyycuántomemaquillo", cuyos nicks del messenger son los típicos nicks kilométricos, llenos de colorines, mayúsuculas interaladas con minúsculas y emoticonos a tutiplén. Creo que pocas cosas describen mejor que un nick de messenger a una mujer persona.

Por lo demás estoy medio contento, porque he encontrado acompañantes para reirme durante todo el trayecto en el tren... ¡qué alegría! Ahora me voy y vengo toda la hora cotilleando sobre la profesora teletubbie colocada, y sobre lo raras que so ntodas. Vamos, que ya soy una azafata más.

Chu, chuuuuu

La primera vez que viajé a Barcelona, paré en casa de un amigo que, para estudiar su ciclo, cada día tenía que coger el cercanías y recorrer una distancia considerable. Un día decidí acompañarle hasta la ciudad para aprovechar y hacer algo de turismo tradicional.

Esperabamos en el andén, y aparece a lo lejos la luz del tren. Me pongo de pie, avanzo unos metros hacia la derecha y oigo... "¡¡¿Pero a dónde vas?!!". "Al tren", contesté con cara de de estar diciendo una obviedad. Pues no.

"No, no, no. Ni hablar, en ese vagón no, tenemos que subir en el séptimo empezando por la derecha, porque es el único que nos deja cerca de la salida de la estación a la que vamos". Asentí con la cabeza sin demasiado convencimiento, y me dispuse a entrar al tren.

"Noooooo, por esa puerta no, que que si nos bajamos por esa luego hay que dar un pequeño rodeo para pillar las escaleras mecánicas". No respondí. Asumí que directamente estaba loco.

Ahora que paso más tiempo en el tren que en tierra firme, me doy cuenta de que uno se hace con unas costumbres de lo más raras. Ya no sólo calculo las puertas por las que entrar y salir, no sólo me sé los horarios de las 19 estaciones de la línea, sé qué estaciones tienen mayor probabilidad de que se suba un tío bueno, sé qué revisor me va a pedir el abono y cual no, identifico a los pasajeros sin billete a kilómetros, y sé qué días trabaja cada maquinista.

¿Lo mejor de todo? Que ni siquiera ha comenzado el curso.

Welcome on board

Buenas tardes, señores bloggeros:

En nombre de Yonah y sus compañeros asociados, les damos la bienvenida a bordo de este vuelog con destino a ninguna parte. La duración estimada del blog será de 8 meses y 5 días.

Por motivos de seguridad, y para evitar interferencias con el sistema nervioso del comandante, mantengan la compostura y el saber estar durante todo el vuelo. Excepcionalmente, pueden mantener los teléfonos móviles encendidos durante todo el trayecto, pero les recordamos que no está permitido fumar a bordo.

Este blog dispone de dos salidas de emergencia. Una señalizada con una cruz roja en la esquina superior derecha de sus pantallas y una en forma de flecha hacia atrás sobre su ventana.

El chaleco salvavidas está oculto, pero no debe ponerse a buscarlo a no ser que sea necesario su uso. Para usarlo se introduce la cabeza por la abertura, se pasa la cinta alrededor de la cintura y se engancha en el cierre delantero. Para inflarlo, se tira fuertemente de la palanca roja, pero nunca dentro del blog.

Muchas gracias por su atención.

La era del pulpo travesti

Sí, eso es. Se avecinan cambios en la pequeña posada de Yonah. Se acabó el que mi blog parezca una imitación cutre del "Hablar por hablar". A partir de ahora, coincidiendo con que Jorchi me ha representado como el pulo travestido que podéis ver en la cabecera, he decidido ser positivo. Positivo pero sin pasarme. Como diría Phoebe, tampoco quiero ser como papá noel, colgado de prozac, en disneylandia.. echando un polvo.

Pues bien, resumiendo, llevaba unas semanas pensando, y eso es lo peor que le puede pasar a un hombre. He decidido dejarlo, y centrarme en mis estudios, que empiezan el miércoles. Qué emoción, ¿os lo podéis creer? Otra vez un Yonah en su primer día de clases.

Volver a acostarme pronto, volver a levantarme pronto, volver a cogerle manía a algún profesor, retomar aficiones olvidadas, y si me queda algo de tiempo, estudiar. Y hablando de retomar aficiones, a ver si vuelvo a probar cositas con la cámara, que la tengo un poco abandonada. Os obsequiaré con algunos de mis viejos retratos. La primera es la playa de mi ciudad.


Y ésta otra un atardecer cualquiera desde mi vieja terraza.


Que bello es vivir. ¿O no?

Abrazos gratis

FREE HUGS era una campaña cuyo lema fue "Sometimes, a hug is all what we need" (A veces, un abrazo es todo lo que necesitamos). Y qué gran verdad, ¿no?. Tal como está el mundo cuesta horrores acercarse a alguien, y eso es lo que se intentó combatir.

Desde que ví el vídeo estoy buscando una tienda para hacerme un jersey negro que ponga en blanco y enorme "FREE HUGS". Cuando lo consiga colgaré una foto.

Abrazos para tod@s.

¿Dónde está el norte?

Le comentaba a un amigo que me siento como si algún hijoputa me hubiera llevado en barca a la mitad del atlántico y se hubiera largado con mi GPS. Soy un maniatico obsesivo compulsivo del orden. De mi orden. Necesito que las cosas estén y vayan como quiero o me desquicio y pierdo el rumbo.

Y como ya lo he perdido, ahora lo único que haré es esperar y seguir al primer faro que encuentre para volver a la normalidad.

Sin alas, gracias

Siguiendo con mi racha de "Hoy va a ser el día menos pensado", ayer gané el concurso Operación Musicante y me he ganado una entrada para el concierto de Evanescence en Madrid el 10 de noviembre.

Ya sabía yo que algo bueno me tenía que pasar o acabaría cortándome las venas con el papel del kinder bueno. Y es que, me vais a tener que disculpar, pero llevo un fin de semana tan pero tan malo que ni tiempo ni ganas he tenido de venir aquí a contar nada.

Os dejo un clásico, y la promesa de volver cuando sepa algo de mí mismo.

P.D: ¡Muchísimas gracias Jorchi!