11/6/10

Tutankhamon

Hoy ha sido un día genial. Y es doblemente genial porque hacía siglos que yo no empezaba una entrada de este blog con un nombre parecido. ¡Eso tiene que ser bueno!

Hace varios días cuando trabajé con mi amiga Laura quedamos en ir a una exposición sobre los tesoros de Tutankhamon, y hoy por fin hemos podido ir ya que hemos coincidido en días libres. Ya sería raro que yo no coincida con los días libres de alguien, ya que estamos a 12 de junio, y desde el 30 de Mayo hasta hoy he trabajado dos días. Lo único que se me acumula en el escritorio es el tiempo ocioso, pero ojo, que yo encantado.


Quedamos a las 14:00 en Sol, y le pregunté a Laura dónde iríamos a comer, porque últimamente pienso un 80% del tiempo en comer. Me estoy poniendo Babybel. Así me llaman algunos en el trabajo porque soy el más joven (y me estoy poniendo redondo).

Comimos en La negra Tomasa, que es un restaurante cubano con cierta fama aquí en Madrid, porque la comida está que te cagas (especialmente las alubias negras con arroz...) y por las noches suele haber espectáculos de música y danza. Aparte siempre hay allí una vieja que te echa las cartas, pero a mí me da miedo por si llegara a acertar. Yo me pedí un arroz con huevo frito y carne picada que estaba buenísimo, Laura pidió una cosa rara de la que no tengo más datos que los siguiente: Era una cosa rara y le gustó mucho.

Acto seguido fuimos a Casa de campo, donde exponían los tesoros del Tutan, y al llegar allí nos dijeron que con la entrada iba incluída una audioguía. Todo muy bien ambientado, en un sótano sin ventanas con tenues luces. Bajamos unas escaleras mecánicas (como las de las pirámides...) y ya estábamos metidos de lleno en Egipto. La señorita que repartía las audioguías nos explicó el complejo mecanismo de funcionamiento. Los tesoros estaban marcados con una pegatina en la que se veían unos auriculares y un número. Para oír la explicación del tesoro en concreto había que pulsar el número que figuraba en esa pegatina en la audioguía la pegatina. Hecho el master, Laura preguntó que si era posible seleccionar idiomas, ya que, aunque habla español, le es más cómodo oírlo en su idioma nativo, lo cual es lógico.

- Sí sí sí, claro, pero se lo tengo que configurar yo. ¿En qué idioma lo quiere?

- En francés.

- No disculpe, sólo está en alemán y en español.

Jajaja, contado no tiene tanta gracia, pero en vivo y en directo era para el show de la comedia.

La exposición en sí estuvo genial, es muy interesante y didáctica. A todo el que esté en Madrid entre YA y Septiembre se la recomiendo encarecidamente. Son 14€ bien invertidos. De hecho es lo que más barato me costó en el día, porque al salir no pude evitar pararme en la tienda de regalos para comprar una especie de obelisco con jeroglíficos falsos gravados que me costó más caro que la entrada. Dice Ariel que lo compré porque tenía forma fálica, pero yo sigo negando esa versión. Me causa intriga saber si los jeroglíficos que salen son realmente falsos como intuyo o no. Le comentaba que fue un error no robar la piedra rosetta del museo, porque me habría sacado del apuro.

Luego fuimos al Starbucks, y tomamos frapuccino de caramelo con cheesecake de dulce de leche (ba ba ba, ba babybel...), y una cosa francesa que a mí me suena a Culo de chocolate blanco, según lo pronunciaba ella, pero se escribía coulant au chocolat blanc. Después le pedí a Laura que me acompañara a Laura a comprar unas flipflop nuevas y una bermuda. Les haría una foto pero... bueno va, voy a hacerles una. Ahora vengo.


No son feas, ¿verdad? Me harán el apaño lo que queda de verano en cuanto empiece el verano. Y eso es todo por hoy, amigos. Espero que os haya alegrado un poco saber de mí.

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