8/3/11

Tiempos difíciles

Le prometí a Yanyan que volvería a escribir mi blog por ella. Aparte, siempre vuelvo a escribir aquí cuando dejo de ser feliz. Es algo así como un tratamiento barato y un ejercicio de enfrentar las cosas que duelen o simplemente no nos gustan.


También he elegido este blog para volver a escribir porque mirar el anterior aún duele. Me da miedo pensar en cuánto tiempo va a doler esta vez. "Jo, lo de fiarte de la gente no debes llevarlo especialmente bien, ¿no?", preguntaba Carlos hace un rato.

También me asusta mucho pensar en que estos últimos años de experiencias dramáticas me hayan marcado, sin darme cuenta, para el resto de mi vida. "¿No volveré a ser como fui?"; me pregunto una y otra vez mientras miro fotos y otro recuerdos viejos.


Hablo de tiempos en los que no sabía lo que era el miedo a equivocarme. No conocía el terror de tener que dar un paso adelante, y tampoco me avergonzaba hacer el ridículo; es más, me divertía con ello, y quiero recuperar esa tranquilidad del pasado.

Melancolía aparte, a los que os hayáis perdido los últimos 6 meses de mi vida, os cuento que sigo teniendo curro, lo cuál en este país es todo un logro, vivo en un loft de dos plantas en Madrid, como soñaba de pequeño, y a pesar de los traumas sentimentales hay mucha gente que me quiere. Tengo mi propio coche y trabajo muy pocos días al mes... cosa que me encanta, pero hace que escriba chorradas emocionales en un blog viejo.

Sigo siendo demasiado sensible para relacionarme con la gente como lo harían las personas normales, y si fuera un teléfono móvil sería un iPhone, porque quien no me quiere mucho me detesta, sin puntos intermedios.

Y para no extenderme demasiado en esta toma de contacto, dejo aquí un vídeo que grabamos Tomás (un buen amigo que tuve en el pasado) y yo para Carlos, cuando tenía 18 años. Seguro que a Yanyan le hace ilusión esta pequeña tontería.

2 comentarios:

Shinobi dijo...

^_^ tanto tiempo... y como me mola volver a ver este video =).

Tomy-kun dijo...

Me alegra ver que ahora tienes todo lo que siempre quisiste, a pesar de los sacrificios. Estoy contento porque estés contento. Y al menos a ti la apuesta te ha valido la pena.

Un abrazo desde el pasado. Aunque suene cómodo de decir, creo que de alguna manera (que no puedo/sé explicar) yo siempre te voy a tener.

PD: Después de todas las chorradas sentimentales tipo Anatomía de Grey que sólo voy a entender yo. Me entristece pensar que nunca hubo otra oportunidad y que probablemente Mojo-chan tampoco la quiso (al menos lo suficiente)

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