27/5/08

Borrador

Creo que una de las tantas claves de la felicidad (aparte de querer ser feliz) es tener un nivel de aspiraciones y pretenciones al nivel de tu estatus, tu poder adquisitivo, y tu situación en cada momento.

También he oído que para ser feliz hay que aprender a valorar los pequeños detalles. Un amanecer, que pongan tu canción favorita en la radio, dormir una hora más, una llamada inesperada, etcétera. Yo creo que en eso se equivocan, y más bien diría que es lo contrario. Para apreciar esas chorradas hay que ser feliz primero.

Sea como sea, hace un par de días potencié mi felicidad al encontrar que, en la tienda de abajo de mi casa, venden un montón de chucherías argentinas que me recuerdan a mi más tierna e inocente infancia. Bananitas dolca, bocaditos cabsha, alfajores de dulce de leche, dulce de batata y chocolate.

6 comentarios:

Pablo dijo...

El post está inacabado, pero estaba en borrador y no sabía ni lo que quería decir ni conseguí salir del laberinto ese que había escrito. Así que enviar, y palante.

Jorge (Marzal) dijo...

Yo no soy feliz aunque estoy feliz

Cattz dijo...

Uno de los mayores placeres de la vida: juntar recuerdos felices de infancia con la comida :D
Un besito niño :^***

dijo...

Pues sí, Pabli, eso es la felicidad. Al menos para mí. Eres sabio.

Nepomuk dijo...

Bueno, pero limpia el horno antes, haz el favor.

Cari.

Mac Dubh dijo...

Creo que has sentado las bases de como se ha de ser feliz. Los recuerdos, la música, las aspiraciones, ser consecuente contigo mismo pero marcarte metas no esta reñido con ser feliz. Lo importante es saberte dar pausas en el camino. ir lento pero seguro... y no frustrarte.
Animo peque, me gusto tu post

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