18/12/09

Daniel Swaddle

Por lo general uno entra en contacto con gente de su nueva empresa le cuentan historias variopintas. Cuando entré en Ryanair, algunos compañeros me contaron que un año antes un piloto quedó en estado catatónico por la muerte de su hija y casi se estrellan contra el mar llegando al aeropuerto de Roma.

Vamos, la típica historia que a cualquiera le gusta oír cuando llega a trabajar a un sitio.

En esta ocasión me han contado una historia mucho más bonita. Las compañías españolas ponen nombre a cada uno de sus aviones, así en Spanair podemos encontrar a "Camilo José Cela" o a "Placido Domingo", y en Iberia el "Cueva de Nerja".

easyJet no pone nombre a sus aviones, salvo a uno llamado "Daniel Swaddle", en honor a uno de los pilotos más jóvenes del mundo, que obtuvo su licencia de vuelo a los 17 años, pero que no pudo llegar a cumplir su sueño de ser piloto de easyJet porque le ganó la jugada el cáncer.



Así, la compañía decidió nombrar uno de los 737-700 de Gatwick con su nombre, ya que, según ellos, su coraje e ilusión sirven de inspiración al mundo.



Vale, suena a sensiblería barata, pero mucho mejor que la historia pseudotrágica de Roma sí que es. No hay duda.

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