29/1/10

Doscientas sacud... entradas.

Doscientas son las veces que he venido por aquí a soltar cómo me siento, qué me pasó o qué me gustaría que me pasara.

Hoy, para conmemorar tan singular acontecimiento, volví a meditar mientras orinaba. Me dio el típico escalofrío de sacar la churra a 6ºC, y pensé en cuán desagradable es el invierno, especialmente si no tienes a qué abrazarte por las noches.


Así, entre sacudida y sacudida, comencé a pensar en lo feliz que yo sería si fuera ya verano, hubiera conocido a un chico al aire libre sin haber tenido los labios morados del frío, los ojos llenos de lágrimas por el viento y las manos pálidas por no usar guantes. Si estuviéramos en el portal de mi futuro apartamento teniendo una charla agradable sin tener que encerrarnos obligatoriamente para huir de la hipotermia. Pudiendo llevar mis pantalones cortos y mi camiseta de tirantes blanca, y disfrutando del simple hecho de estar vivos.

Dejaría de ver películas en las que la gente tiene cáncer, o las piernas inutilizadas por la guerra, ni se meterían en cuerpos azules de tres metros, o estaría trabajando, y tendría menos tiempo para ver la noticias, y lo horrible que es el mundo, y quién mató a quién, o dónde un terremoto mató a cuántas personas, o dónde un nigeriano intentó explotar un avión.

Cinco minutos enteros estuve divagando por mi futuro imaginario, si no fueron más. Cuando me quise dar cuenta, ya casi no era orina lo que estaba terminando de expulsar.

Y todo esto me sirvió para sacar otra de las teorías de urinario. El verano está para echarse novio, y el invierno para disfrutarlos, y como yo siempre me he echado novios en invierno nunca me ha ido bien. Llamádme supersticioso, pero es lo único que se me ocurre para que alguien tan encantador como yo tenga tantísimos problemas a la hora de encontrar a alguien que le quiera. . . JAJAJA.

1 comentarios:

José Luis Cantón Paterna dijo...

¡Tienes toda la razón! Al menos, en eso de que eres encantador XD

Besossssss

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