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Mi vida aquí en Málaga se ha vuelto tan triste y gris que me han vuelto a tocar dos entradas gratuitas para el preestreno de Invictus, y lo peor es que no tengo a nadie que me acompañe. Eso es señal inequívoca de que mi tiempo aquí se ha terminado.

Por otra parte tengo buenas impresiones acerca de esa película. Es de Clint Eastwood, no creo que me decepcione.

Por otra parte sigo un poco mejor anímicamente. El descargarme en aquel mensaje me hace pensar que yo ya estoy bailando con Casper por toda la eternidad en un mundo paralelo en el que no hay culpables. No queda nada.

P.D: ¿Alguien viene a ver Invictus el martes?.