Blindarse en internet

Hoy recordé que el fin de semana pasado fuimos a ver Sherlock Holmes. Y lo recordé porque, en un determinado momento del día me puse a atar cabos. Sufrí un momento Sherlock y tuve una iluminación. Un montón de cosas que no entendía cobraban sentido. Las cosas que me estaban pasando no eran fruto de una extraña casualidad, los fenómenos virtuales que estaba viviendo no eran objeto de investigación de Iker Jimenez, sino de lo absurdos que somos en internet. No tenemos casi control de nuestras cosas en la red, apenas somos dueños de lo que escribimos.


Hoy me di cuenta, atando miles de cabos que ahora no vienen al caso, de que mi vida online era un desastre, mi facebook entero lo podía ver hasta Bin Laden, mantenía las mismas contraseñas de correo desde 2004, mi blog se podía leer sin tener que entrar a él, es más, algunos dígitos de mi cuenta corriente sobrevolaban google.

Por esto me dio un ataque de compulsividad y orden virtual. Cambios de claves, restricción de permisos en facebook, e incluso etiquetado de correos electrónicos.

La verdad es que la película superó mi ingenio de esta noche, pero realmente me sentí genial cuando empecé a atar cabos y llegué a la conclusión de que había hecho el primo desde el principio por no entender ciertas cosas. Es como cuando llevas dos horas de película y te enteras de que Bruce Willis estaba muerto. Toda la película pasa por delante de tus ojos (en ese caso literalmente). Es una sensación de lucidez genial.

En cuanto a la peli, se la recomiendo a todo el mundo, seguidores de Sherlock Holmes o no, amantes del Sherlock perruno o no, incluso a los que hasta hoy ni siquiera hayan oído nunca aquello de "elemental, mi querido Watson". Es puro ingenio y entretenimiento.

P.D: Me informa mi amigo y compañero de aventuras que AdSense ha mejorado claramente su detector de palabras. Para muestra vale más una imagen que mil palabras.